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Crisol Internacional: “Cinco Lunas sobre la Polinesia Francesa: Las Islas de la Sociedad”

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 05 Abril 2019. Publicado en Andrea König Fleischer, Columnistas BCS , Crisol Internacional, Cultura, Sociedad

Alguien dijo una vez que el “pasado no siempre está por dónde debería estar”, en otras palabras, el ayer no siempre se encuentra en un lugar lejano… sino apenas en una dimensión dónde nuestros recuerdos y nuestra perspectiva lo acomodan o invocan. Tal vez la sencilla frase de Jorge González Moore escritor y poeta colombiano que dijo “siempre es un momento histórico” se ha convertido en una realidad universal y si profundizáramos y le hiciéramos un poco más de caso al conocimiento de la historia, seríamos capaces de contribuir a la construcción de un mundo mejor. No importa dónde nos encontramos y con qué cultura nos relacionemos o identifiquemos, poseer una consciencia histórica ayuda a comprender nuestras raíces, el presente y nos da la posibilidad de aportar opiniones e ideas positivas para el mundo actual.

Una vez más el Crisol Internacional va de vuelta a Oceanía, zona sumergida en la inmensidad del Océano Pacífico y lugar donde se hallan las llamadas Islas de Sociedad o Îles de la Société que forman parte de la Polinesia Francesa, con una población de más de 200 mil habitantes dispersados en una superficie de casi 1, 600 km², estando divididas en dos grandes grupos de Este a Oeste: las Islas de Barlovento o IÎes du Vent, dónde se encuentra la famosa Tahití con su capital Pape´te y las Islas de Sotavento o IÎes Sous le Vent, agrupando en total 14 islas. Históricamente estas islas siempre han sido importantes como puntos estratégicos, apoyando a navegantes no solamente como refugios temporales, sino como centros de abasto de agua, alimentos, herramientas y utensilios indispensables para las largas travesías que el navegar por esas zonas demanda.

Una de las cosas más bellas de cualquier lugar del mundo suelen ser su historia, mitos y leyendas y en el caso de las Islas de Sociedad existe un cuento mágico que narra que al formarse estas islas había cinco lunas sobre el cielo de Tahití que formaban un rostro humano, mucho más acusado que la Luna actual y  quien las miraba fijamente se volvía loco. El Dios creador Taaroa, enfadado y como maleficio, las hizo temblar produciendo grandes terremotos hasta que cayeron al agua. Las cinco lunas, al caer, formaron las cinco islas al Oeste de  Tahití:  Moorea , Maiao , HuahineRaiatea y  Bora Bora  que hoy día son parte de los paraísos turísticos internacionales más exclusivos del mundo, atrayendo visitantes de doquier…

Escondidas entre las leyendas, mitos y muchas aventuras ocurridas en las Islas de la Sociedad, llamadas así en honor a la Royal Society de Inglaterra que empezó a financiar y apoyar a la mayoría de las expediciones hacia la Polinesia fueron y siguen siendo la necesaria ”tierra firme” de un sinnúmero de navegantes y exploradores. Fue el neerlandés Jacob Roggeveen, en 1722, el primer europeo en alcanzar una isla de este archipiélago, la pequeña Maupiti.  Fuentes históricas revelan que después arribó el explorador inglés Samuel Wallis, en 1767 que descubrió Tahití. El francés Louis Antoine de Bougainville, en 1768, llamó al archipiélago "islas Borbón" en honor a la familia real francesa. El  célebre navegante y descubridor inglés James Cook, en 1767, a su vez las llamó Society Islands en agradecimiento a la Royal Society de Londres, organizadora de su expedición. Posteriormente, entre 1772 y 1775, el virrey del Perú, el español Manuel Amat y Juniet, teniendo noticia de la expedición de James Cook y ante el temor de una colonización británica de la isla organizó tres expediciones a las Islas de la Sociedad. Ordenó una primera expedición al mando del marino español Domingo de Bonechea a bordo de la fragata "Águila". Posteriormente enla segunda expedición (1774-1775), Domingo deBonechea y José Andía y Varela, a bordo de los barcos "Águila" y "Júpiter", reconocieron y descubrieron una docena de islas ubicadas entre los archipiélagos de Tuamotu y de las Islas Australes, y establecieron una misión en Tahití, que no tuvo éxito. Historias como estas abundan alrededor del mundo y nos muestran una vez más la lucha por algo mejor, más grande, más nuevo y más perfecto que no siempre se alcanzó…

No cabe duda que la historia de los grandes descubrimientos geográficos revela momentos llenos de pasión, aventura y nuevos conocimientos de un mundo diferente, pero también son las memorias de dolor, sufrimientos, arrebatos e intrigas y los testimonios que deberían volver a contarse a las nuevas generaciones para fomentar la consciencia universal. Tal vez el viajero contemporáneo pueda percibir a estos idílicos lugares y sus pobladores isleños como las últimas representaciones de un mundo feliz e intacto, dónde siempre hay algo nuevo por descubrir, ya sea un paisaje extraordinario o el sazón y sabor de un platillo típico muy exótico o bien, la generosa sonrisa de su gente, quienes son su verdadero tesoro, mismo que nos puede dar lecciones cotidianas sobre la simplicidad de la vida en “Las Cinco Lunas sobre la Polinesia Francesa: en las Islas de la Sociedad”…

 

P.S.: La leyenda proviene de Josep Maria de Sagarra en el libro La ruta blava (La ruta azul)

https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/tahiti-y-islas-sociedad_13157

https://tahititourisme.es/es-es/islas/

https://www.turistaloserastu.es/categoria/geograficas/polinesia-geograficas/islas-de-la-sociedad/

 

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