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Crisol Internacional: “Con Aroma desde Colombia…"

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 25 Mayo 2018. Publicado en Columnistas, Crisol Internacional, Cultura, Política, Sociedad

La vida definitivamente consiste en gran parte de costumbres y rituales y uno de ellos para muchos es el iniciar el día con la preparación y el goce de UNA BUENA TAZA DE CAFÉ. Es más, en todo el mundo y desde tempranas horas lo exclaman abierta o calladamente con un llamado por el  “café, coffee, koffie, kahveh, koohi ” y realmente no importa el idioma o cómo se pronuncie,  sino que sin falta y como un verdadero “elixir de la vida”  nos ayuda a despertar por las mañanas o nos acompaña en largas tardes y  noches de trabajo, estudio o de simpe y llana relajación, ya que cada uno de nosotros tiene su propia forma muy especial para disfrutarlo y compartirlo. Sin lugar a dudas, el café es una de las bebidas aromáticas más antiguas que muy probablemente se originó en el Cuerno de África, en la zona que hoy comprende a Etiopía, donde se descubrieron los atributos del grano tostado, llevándolo después por el Sudán hasta Arabia y Yemen hacia el gran puerto  ubicado entonces en el Mar Rojo, llamado Moca, nombre que hace directa alusión al CAFÉ. Aquel puerto era una de las principales de entrada hacia la Meca, donde surgieron los primeros establecimientos para servir públicamente CAFÉ, los denominados “kaveh kanes”, locales que se fueron extendiendo y popularizando  por el mundo árabe, ya que representaban espacios  accesibles para hacer negocios, jugar ajedrez, reunirse con amigos, e incluso escuchar cantos y ver bailes. Fueron los holandeses  quienes llevaron su cultivo hasta Java, hoy Indonesia, mientras que los astutos mercaderes de Venecia lo introdujeron a Europa, creando el milenario Caffé Florian de la Plaza de San Marcos en 1720, mismo que casi tres siglos más tarde  sigue aun  deleitando a visitantes del mundo entero.  También cabe destacar que el ritual del café como símbolo de la hospitalidad árabe ya  fue declarado como parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Así es que sobre esta ancestral bebida se cuentan un sinnúmero de historias y aventuras, cuyo consumo se fue  incrementando con gran velocidad por el resto del mundo debido a la combinación de su sabor y  aroma, pero también por la relativa rapidez y  practicidad de su preparación. Hoy, para algunos la Ciudad de Seattle, Washington es considerada la capital mundial del café, porque justo ahí se asentó “Starbucks” una de las principales compañías comercializadoras de esta aromatizante y exquisita  bebida,  pero muchos otros países europeos como Italia, Francia, Alemania y también los países nórdicos han añadido nuevos elementos a los placeres del buen café y seguramente mañana y cada día, se tomará más café en cada vez más cafeterías alrededor de todo el mundo, ya que su consumo aumenta  a un ritmo del 2.5% anual. Además, el CAFÉ representa uno de los productos agrícolas primarios más importantes y su cultivo, procesamiento, empaque, comercialización y  transporte proporciona trabajo e ingresos a millones de personas en todo el mundo y es de alto valor económico especialmente   para algunos países rezagados.

Como sea y para muchos conocedores el aroma y el sabor del grano Colombiano es uno de los de mayor calidad y suavidad internacionalmente reconocido. Colombia, histórica “tierra de Cristóbal Colón” es un país soberano ubicado estratégicamente en la porción noroccidental de América del Sur que cuenta desde tiempos de sus  culturas precolombinas con una gran riqueza y tradición y que ha sabido superar tensiones y conflictos políticos internos para avanzar en su desarrollo socio-económico, diversificando su economía en cuanto al sector primario y de exportación, de industrias así como deservicios. La industria del café definitivamente es una de las turbinas más importantes del desarrollo económico y social  colombiano ya que cuenta con aproximadamente 750 mil productores distribuidos en 590 municipios y mantiene una producción de alrededor de 15 millones de sacos de café anuales, estando además clasificada su industria cafetalera como una indicación geográfica protegida por la Unión Europea desde hace más de 10 años, lo cual garantiza el distintivo del “100% arábigo de altura”,  que lo identifica y caracteriza y cuyo cultivo puede superar los 2 mil metros sobre nivel del mar. De esta forma la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) adoptó la estrategia de diferenciación comercial, representada por el lanzamiento del personaje  icónico de “Juan Valdez®5” tanto en América del Norte como en las campañas publicitarias similares en Europa y Asia para construir una reputación envidiable para el café colombiano reconocido actualmente como  un café único. Asimismo, el “Café de Colombia” se ha convertido en otra marca registrada en los Estados Unidos desde 1981 y en Canadá desde 1990 que juntos con Alemania, Japón, los Países Bajos y Suecia representan sus principales importadores y consumidores más habituales…

Por ello para el visitante de Colombia es literalmente obligatorio hacer un recorrido por las zonas cafetaleras y poder vivir de la auténtica experiencia “Del Aroma de Colombia” y enterarse al mismo tiempo de algunos secretos del proceso y de su producción, conviviendo con la gente de esas regiones y saboreando así completamente la cultura cafetalera. Especialmente resulta atractivo poder presenciar el análisis de granos en los puntos de comercialización y al mismo tiempo contemplar de hermosos paisajes, absorber su sabor y aroma  disfrutando de una extraordinaria aventura de sabor y aroma vertido en una taza. El hacer excursiones por la ruta del café en Colombia  también nos  permite acercarnos más a la naturaleza,  apreciar su extraordinaria belleza y biodiversidad, además de  conocer los  métodos de cultivo, cosecha y el procesamiento de un producto de gran tradición que sigue despertando y moviendo al mundo, día tras día, un poco amargo, un poco dulce, a veces espumoso, negro y profundo, por instantes con esencia delicada, floral o de bosque... y poder relajarse cuando sorbemos sin prisas una o  varias tazas y  a pesar de ello poder dormir como un ángel, lo que nos recuerda también lo que expresó el gran compositor italiano Giuseppe Verdi:”El café es el bálsamo para el corazón y el espíritu.” El mundo del café es simplemente  apasionante, siempre con y de contenido social y  además el aroma de una taza humeante recién hecha, no hace distinciones de clases, ni de religiones o culturas, nos une mágica y universalmente y nos  invita a pesar de nuestras diferencias a hacer amigos y disfrutar la vida…

 

P.S.: http://www.ico.org/ES/coffee_storyc.asp

http://www.portafolio.co/economia/finanzas/cafe-consolida-aroma-colombia-mundo-205750

https://www.federaciondecafeteros.org/static/files/EEC30.pdf

http://www.cafesaula.com/blog/es/el-ritual-del-cafe-arab-ja-es-patrimoni-de-la-humanitat/

 https://www.clarin.com/viajes/destinos/america-del-sur/Colombia-aroma-sabor-buen-cafe_0_SJcXkshY.html

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