• werr
  • wer
  • weeee

Crisol Internacional:”De Rencores y Rencillas”

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 13 Enero 2017. Publicado en Crisol Internacional, Cultura, Psicologia

Mucho se ha escrito y expresado acerca de las emociones humanas, algunas muy positivas y otras que son lo contrario y un tanto nocivas, para no decir tóxicas. Por ello un Año Nuevo siempre e indistintamente de cualquier región del mundo, edad y clase o nivel social nos brinda la oportunidad de poder renovar el espíritu y por ende nuestra actitud, así como también nos permite momentos de introspección y reflexión sobre nuestras acciones, aciertos y también errores y sus consecuencias. Es así que por ello nunca es tarde para pedir o dar el  PERDÓN por alguna ofensa o “metida de pata” o por algo que aunque sea leve ha sido razón para no poder sentirnos bien y ESTAR MEJOR y sobre todo recuperar internamente la tranquilidad y con ello nuestra estabilidad emocional que conduce a la felicidad.

Por lo anterior, cabe citar una fábula antigua y anónima para ilustrar el delicado tema de los RENCORES en la vida: “Dos hombres habían compartido injustamente una celda de prisión durante varios años, soportando todo tipo de maltratos y humillaciones. Una vez en libertad se encontraron años después, cuando uno de ellos preguntó al otro: ¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros?- No, ya olvidé  todo”, contestó. “ ¿ Y tú?, Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas” respondió el otro, Su amigo lo miró durante unos instantes, luego dijo:” Lo siento por ti… si eso es así, significa que aún te tienen preso”…Esta fábula ilustra por si sola el contraste entre dos hombres que habían vivido y sufrido en condiciones similares, injustas y violentas, pero lo que marca la gran diferencia entre ellos para seguir adelante fue el PERDÓN, el saber olvidar para re-iniciar una nueva vida. Bien decía la Madre Teresa de Calcuta: “El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió”……

Según estudios de las neurociencias, el RENCOR es un sentimiento profundo, triste y bastante arraigado de  ENOJO, que tiende a desequilibrar  y enfermar al cuerpo y la mente cuando el dolor se mantiene en el tiempo. Su origen puede ser múltiple y casi siempre involucra acciones y emociones negativas del pasado, causando un resentimiento y muchas veces el deseo de venganza. Prácticamente TODOS lo hemos experimentado o vivido en algún momento de nuestras vidas, adoptando comportamientos poco razonables, tal vez inmaduros o “berrinchudos”, en contra de nuestros propios principios e ideales de vida, soportando los desequilibrios y angustias que este sentimiento puede generar. Es más que obvio que nuestros patrones de conducta no son los mismos que los de los demás y quizás la persona que nos hirió, ya sin acordarse de la ofensa, esté perfectamente tranquila y sin embargo en el fondo de las cosas hubo un conflicto interpersonal que a lo mejor inició el problema y que generó y acabó en RENCILLAS; o como lo define La Real Academia Española RENCOR: ”estados de hostilidad entre dos o más personas”, que a veces y muy lamentablemente duran y perduran demasiado tiempo y hasta generaciones¨.

¿Pero realmente vale la pena guardar el rencor y con ello dolor? ¿A poco somos capaces de dejar alguna herida abierta en nuestro cuerpo por un tiempo prolongado sin curarla? ¿Cuál puede ser entonces la cura para este triste estado emocional? ¿Por ello, que mejor momento que el inicio de un Año Nuevo para empezar con buenos y mejores propósitos de tratar de acabar también con todas las RENCILLAS, RENCORES y con el innecesario MALHUMOR? Al respecto aconsejan los expertos en la materia que como un primer  paso hay que identificar, reconocer  y analizar el problema existente en el presente.  Este esfuerzo inicial ayuda mucho en el proceso de sanar las heridas del pasado. Es decir, tener la suficiente madurez, honestidad y carácter para descubrir  QUÉ ES LO QUE ANDA MAL …en vez de eternamente echarles la culpa a otros. Sin duda, “dejar salir los sentimientos”, es decir desahogarse sana y oportunamente en un momento de serenidad siempre resulta ser un ejercicio muy positivo, no hay como hablar y arreglar las cosas, buscar el tiempo para dialogar con la persona que nos lastimó  y especialmente a la que nosotros ofendimos y  terminar con los malentendidos, discusiones y por ende las RENCILLAS que pueden provocar RENCORES y que conducen finalmente a la amargura. En este  proceso de sanación es aconsejable mostrar  empatía, es decir “ponerse en lugar del otro” para poder comprender, sus motivos y acciones. ….y ser capaces de no solo escuchar nuestras penas y problemas sino también saber perdonar.

Aceptar los supuestos “imperdonables” no es una tarea fácil, pero un paso gigante hacia un bienestar emocional y una mayor madurez, es decir hacia el camino que permite recobrar el control sobre nuestros sentimientos y vida. Quizás se dé el caso de que nunca vamos a escuchar esta disculpa que desde hace mucho tiempo esperamos y que aún sentimos necesaria y que se siente como una pesadumbre, semejante a ir cargando un gran peso sobre nuestros hombros y peor tantito, sentir punzadas en nuestro corazón que  inician a raspar en nuestra alma… Es por ello que ahora en el Nuevo Año es el mejor tiempo de curarse, ya sea solo o con ayuda y dejar que fluyan y desaparezcan el RENCOR Y LA RENCILLAS  tal y como se desvanece en las olas del mar, la espuma. En la vida siempre se generan aprendizajes y es nuestra opción el quedarse con las lecciones positivas, las de cariño y amor, por peor y doloroso que haya sido aquel evento o momento de riña… YA PASÓ y es el tiempo de soltarlo, avanzar y tratar de vivir feliz y plenamente cada día y sobre todo sin RENCORES. Bien dicen los ingleses “Nobody is perfect” y viendo la vida bajo este ángulo, esta se vuelve más relajada, menos tensa y complicada y justo es eso lo que necesitaremos ante los primeros nubarrones de este Año Nuevo…abrir bien los ojos y el corazón para que se refresque nuestra actitud y especialmente nuestro espíritu, pero sobre todo, que sanen las cicatrices del alma y resurjan la tranquilidad y felicidad…

 

P.S.: Para profundizar en el tema: https://lamenteesmaravillosa.com/psicologia-del-rencor/

http://tusbuenosmomentos.com/2011/03/como-dejar-atras-el-rencor/

http://psicologia.laguia2000.com/psicologia-cuerpo-mente/el-rencor

 

Acerca del Autor

Déje un comentario

Estás comentando como invitado.