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Crisol Internacional: “Puro chisme…”

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 22 Octubre 2021. Publicado en Artículos de opinión en BCS, Andrea König Fleischer, Conoces a Nuestros Colaboradores, Crisol Internacional, Cultura, Educación

Caricatura De Personas Escuchando Y Hablando De Un Rumor Stock de  ilustración - Ilustración de conocimiento, mujer: 205636233

Bien dice el refrán popular que “En boca cerrada no entran las moscas”…pero a los seres humanos en su gran mayoría nos encanta hablar y hablar literalmente “hasta por los codos” , ya sea platicar o conversar sobre TODO: de política,  de religión….y de sexo y algunos incluso les  place conversar sobre  LOS DEMÁS, a tal grado que inventan historias, dramas o comedias, que NO siempre acaban bien, ni en el ámbito del trabajo y mucho menos en la convivencia amistosa o amorosa. Siendo por ello el chisme o las palabras entredichas, muchas veces inventadas, recién creadas y sutilmente adornadas y floreadas para darles más color y sabor. Esto es tan antiguo como la humanidad misma, lo que innegablemente nos plantea la interrogante de esa necesidad real y de su función social. Tanto los historiadores, como también los antropólogos y estudiosos de las ciencias de la comunicación coinciden que “El chisme ha jugado un papel importante en la evolución de la inteligencia humana y de la vida social y además juega un rol esencial en el aprendizaje cultural de cada pueblo y así adquiere importancia como fuente de información en la comparación social…”

Según la Real Academia Española (RAE) la palabra “chisme” proviene del latín “schisma” que significa:”escisión o separación” y coloquialmente tiene el significado de: “noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer o molestar a una o varias personas  con lo que se murmura de uno o de algunos de ellos.” Siendo así, bien nos podemos plantear entonces la pregunta ¿Para qué sirve el contar chismes o dedicar tiempo a “chismear”? Las respuestas más plausibles que se han hallado por los investigadores de esta costumbre social son: “la adaptación a un grupo específico y así generar redes y fortalecer los vínculos internos dentro de dicho grupo que puede variar desde la familia, la oficina, el salón de clases o un grupo de amigos”; en pocas palabras, “sentirse aceptado”. Por más que suene paradójico, “chismear” es una forma muy burda de establecer acuerdos…porque por lo menos las personas que pertenecen a ese círculo “hablan…” sobre alguien más o tienen la misma opinión sobre algo y eso genera  integración y por ende la sensación de pertenencia. En este mismo contexto, se crean alianzas y sorprendentemente equipos que influyen a los demás, mismos que históricamente han sido relevantes en el desarrollo político y económico de las naciones.

Si bien los psicólogos como los comunicólogos están de acuerdo tanto que  ”para transmitir información que NO nos atrevemos a comunicar de forma simple, llana y directa; el chisme ayuda a circular información difícil de trasmitir por escrito.” Por ejemplo esparcir el rumor de que “la jefa está de mal humor, mejor no le pidas el aumento ahora…” Situaciones como estas hemos y se han escuchado prácticamente a diario y es bastante difícil ponerse en neutral, es decir… no opinar absolutamente nada al respecto. Muchos sienten la tentación y el impulso de intervenir y participar en ese tipo de “coloquio” acompañando muy formalitos un buen cafecito… a la hora del “c break” o cuando se presenta la ocasión…

Al respecto hay estudios recientes de la Universidad Estatal de Nueva York que demuestran que “tanto hombres como mujeres, dedican aproximadamente entre el 50% al 60% de sus conversaciones del día al “chismecito”. Datos que nos pueden motivar a cuestionar sobre la pérdida real de tiempo… y peor aún, según sea el contenido de la “inocente platica”, tal vez de colegas del trabajo y/o de amigos. Definitivamente está en cada uno de nosotros el valorar si se quiere o no participar en este “club” o bien mantenerse al margen y resistir con tacto y diplomacia la presión de un grupo.

Ahora bien, desde luego también cabe la interrogante de si todo chisme es malo o negativo? Y la respuesta es que desde luego que NO, ya que hay todo tipo de noticias o también las famosas notas alarmantes o “amarillas” sobre todo tipo de incidentes como por ejemplo asaltos y cómo prevenirlos, qué probablemente nos pueden resultar útiles para tomar precauciones y advertir incluso a nuestros amigos y conocidos, SIN tener que entrar al “morbo” o pánico. Hay también otro tipo de mensajes y “rumores”, o más bien opiniones sobre restaurantes, cafés, lugares de interés, que desde luego ameritan ser descubiertos por nuestra curiosidad…o como bien se dice la “mejor publicidad es la que va de boca a boca”, aunque siempre en gustos y géneros NO hay nada escrito y cada uno de nosotros tiene el derecho de explorar por sí mismo un lugar nuevo y formarse su propio criterio, sin depender de estas llamadas “recomendaciones”, que tal vez son producto del chisme

Innegablemente muchos chismes se generan malamente por costumbre, motivados por celos, envidias, enojos, venganzas, intereses y siempre como persona nos queda la tarea de reflexionar sobre el ¿quién y cómo lo cuentan y el daño que esto puede causar al repetirse “el puro chisme”. Realmente debemos preguntarnos si nos importa esta “fuente” o este informante…? Lo más obvio es que si conocemos y apreciamos  a la persona involucrada nos interesa saber su opinión sobre un tema, asunto  u otra persona; PERO en contraste, realmente te interesaría saber que “Kevin embarazó a su vecina”, si no tienes ni idea quién es…? Esto no sucede normalmente ya que NO, nos gusta contar o escuchar chismes de desconocidos que generan poco interés. Así, ojo y cuidado con lo que se dice y cómo se dice, ya que en forma similar a las mentiras, los chismes apelan a la ignorancia, la desmemoria de quienes los escuchan y a la repetición para que tomen cada vez más fuerza y credibilidad entre quienes los cuentan y los escuchan.

Por último, los chismes pueden ser catalogados como de “baja y alta negatividad”, ambos disparan endorfinas y quizás nos pueden relajar o justo provocar lo contrario. Lo importante es que reconocemos su importancia social y que “El puro chisme”, va a seguir con y sin nosotros. Pero, cada uno tiene el poder de desarmarlo sutil o directamente si llegara a lastimar o dañar a otros, o como bien lo expresó el gran escritor norteamericano Bernard Shaw: “Un chisme es como una avispa, si no la puedes matar al primer golpe, mejor no te metas con ella”…

P.S.:

https://www.forbes.com.mx/la-psicologia-del-chisme/

 

https://www.redalyc.org/pdf/5119/511951369005.pdf

https://cnnespanol.cnn.com/2020/05/11/la-ciencia-del-chisme-y-por-que-todos-lo-hacen/

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