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Temas femeninos: ¡INVIRTIENDO LOS ROLES DE GÉNERO EN EL AMOR!

Escrito por Nínfulas en Martes, 26 Marzo 2019. Publicado en Amor, Educación, Romance, Sexualidad, Sexualidad Femenina., Temas Femeninos

Afortunadamente en las últimas décadas se habla de un concepto, que aunque no ha logrado interiorizarse del todo en la sociedad, poco a poco se ha buscado poner en práctica desde diversos ámbitos, hablamos de la igualdad de género; también conocida como igualdad de sexos, esto implica que los hombres y las mujeres deben recibir los mismos beneficios, recibir las mismas sentencias y ser tratados con el mismo respeto.

La equidad de género es clave en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en la que el objetivo final es otorgar a las personas igualdad legal, cultural y social, especialmente en las actividades democráticas y asegurar la igualdad de remuneración por el mismo trabajo.

El principio de igualdad y de no discriminación por razón de sexo es una obligación de derecho internacional general, que vincula a todas las naciones y, dado su carácter primordial, se establece siempre como un principio que debe inspirar el resto de los derechos fundamentales. Y recordemos que el respeto a los derechos humanos es la base para una vida armónica.

Y fue justamente hablando sobre este tema, que un grupo de amigos y amigas comenzamos a preguntarnos sobre esas iniciativas —dentro de las relaciones amorosas— que siguen siendo muy “exclusivas” del género masculino, y que quizá podríamos ir cambiando, abonando así a la equidad de género:

¡Comenzamos!

 

1.    Pedir matrimonio:

En realidad son pocas las historias de amor donde sea la mujer quien pida la “mano” del varón; para ser precisas, en nuestro círculo resultaron nulas las historias cercanas donde eso haya sucedido.

Y pensémoslo bien, debe ser maravilloso que la mujer sea también la que decida el momento de “pedir” matrimonio, que elija la sortija y que sorprenda a su pareja proponiéndole que unan sus vidas con mediante este vínculo.

¿Por qué siempre deben ser ellos los que decidan y planeen toda esta faramalla? ¿Qué más original que ver a una mujer pidiendo matrimonio?

 

2.    Obsequiar detalles:

Muchas veces nosotras pedimos a gritos que los hombres nos sorprendan y sean detallistas, pero ¿qué tal poner el ejemplo? ¿Cuántas de nuestras amigas nos piden acompañarlas para elegir un ramo de flores o un peluche para su pareja? ¿Hace cuánto no escribimos una carta para esa persona especial? ¿Alguna vez hemos llevado serenata?

¡Quizá sea un buen momento para romper este paradigma y hacer nuestros los detalles de antaño!

 

3.    Pagar la cuenta:

Nos parece de lo más común escuchar a mujeres que presumen tener el mejor novio del mundo sólo porque les paga todo, pero ¿es esto equitativo? ¿Por qué ellos tienen “la obligación” de proveernos TODO desde el noviazgo?

Se supone que intentamos cambiar la visión de la mujer en nuestra sociedad, ocupar los lugares que merecemos y apropiarnos de nuestros derechos, pues comencemos por dejar de desempeñar el rol de “esclavas o amantes a las que se les llena de regalos y joyas, a las que se les paga todo a cambio de una actitud sumisa o entregada”.

Este asunto de pagar las cuentas va mucho más allá de lo que creemos; si queremos iniciar o sobrellevar una relación sana e igualitaria, es necesario no dejarnos someter por situaciones que no nos permitan decidir honestamente, es decir, si nos invitan a comer, tenemos que pensar en que no puede ser muy caro porque pasamos por abusivas, pero tampoco tendrá que ser muy barato pues podremos vernos como “fáciles”; y si ellos sugieren algo, quizá nos sentimos limitadas a aceptar pues seguramente él estará basándose en su presupuesto ¿ven? Es fastidioso dejar de ser nosotras mismas, o no poder decidir basadas en lo que realmente deseamos.

¿Qué les parece dividir la cuenta, así ambos deciden libremente? O en una ocasión paga una persona, y después la otra. Hagan la prueba, coméntenlo con su pareja, seguramente notarán grandes cambios en la dinámica de su relación.

 

4.    Comprar condones:

La responsabilidad sobre la salud sexual siempre será cuestión de dos —o más, según sean los involucrados. Es importante que no dejemos en manos de alguien más la salud de nuestro cuerpo.

Recuerden que vivimos en tiempos donde los índices de VIH son muy altos, desafortunadamente nuestro estado ocupa uno de los primeros lugares a nivel país, así que no pueden estar dependiendo de otros para protegernos de ésta y otras ITS (Infecciones de transmisión sexual); si llevamos una vida sexual activa, es importante ser conscientes y responsables,  tener siempre a la mano preservativos,  y no dejarnos llevar por frases como “así se siente mejor” u otras tantas tan famosas… Comprar o conseguir condones no es responsabilidad sólo de los hombres,  sino de toda aquella persona que desee disfrutar del sexo.

Recuerden que “sin globito, no hay fiesta”.

 

5.    Proponer el lugar para tener sexo:

Normalmente son ellos los que deciden dónde y cuándo tener sexo. Quizá ya sea el momento de sorprender a nuestra pareja invitándola a un lugar nuevo, original o divertido a disfrutar de una buena sesión de sexo.

La mayoría de los hombres cuentan que pocas veces han sido sorprendidos por sus novias con una invitación original, o todo un plan, para tener sexo.

¿Por qué esperar a que ellos nos inviten a un motel o a su cuarto cuando sus papás no están? La iniciativa no siempre debe salir de ellos.

Intentemos algo novedoso y sorprendamos a nuestra pareja con una sensual invitación, con un lugar extraño o cualquier cosa que se nos ocurra para salir de la rutina y tomar la iniciativa. 

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