Y seguimos pidiendo la palabra: APUNTES
Contra el agua,
los calamares raspan sus nudillos
al olfatear a la ola acuchillada por los barcos.
Aplican sus ventosas, despedazan
la columna vertebral de la saliva.
Y la alegría desinfla todos sus juguetes,
y de los amores que se lleva la tormenta
sólo queda el regusto amargo del aire envenenado.
Entonces, los amores falsos inician su naufragio,
y a fuerza de mares
se van volviendo verdaderos
poco a poco.