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Psicología de la Selfie: Entre el amor propio y el narcisismo

Escrito por Yarozlavy Bañuelos Ceseña en Martes, 09 Febrero 2016. Publicado en Ciencia, Redes Sociales, Salud

El auge de los teléfonos inteligentes y sus aplicaciones, así como la masificación de las redes sociales han llevado a que los límites entre lo público y lo privado sean cada vez más difusos, asimismo las formas de comunicarnos e interactuar con los demás se han diversificado; las selfies por ejemplo, se han convertido en parte de la vida cotidiana de los usuarios de facebook, twitter o instagram. Sin embargo, en ocasiones la autofotografía puede tornarse en una conducta obsesiva, entonces ¿Qué motiva a una persona a tomarse decenas o incluso cientos de fotografías a sí misma? ¿Cuál es límite entre lo sano y lo patológico?

En el momento en el que cualquier actividad o conducta empieza a perjudicar significativamente alguna de las áreas de nuestra vida y comienza a generar sufrimiento o malestar grave y reiterado, es cuando se puede hablar de una patología clínica. Tomarse un par de selfies no indica que padecemos alguna clase de trastorno mental, al contrario, permite presentarnos ante el mundo virtual,  no obstante, si esta actividad se convierte en una rutina constante que consume gran parte de tu tiempo y altera tu estado de ánimo cuando no obtienes los resultados esperados (como por ejemplo, un gran número de likes o comentarios satisfactorios) esa situación podría tratarse ya de un problema psicológico que va más allá de las simples selfies.

En este caso es relevante señalar la siguiente aportación para conocer más de la psicología de las selfies.

El 25 de septiembre del presente año, El Universal publicó una nota en la que menciona: “Un reciente estudio de la Universidad Wageningen (Holanda) concluyó que la alta exposición de la privacidad sexual, sobre todo por medio de selfies, es un rasgo de personas que, contrario a lo que tiende a creerse, tienen en realidad poca actividad sexual.

Los autores de este trabajo, liderados por Christyntjes Van Gallagher, compararon cientos de autofotos con la realidad de sus protagonistas, y encontraron que, de 800 personas adictas a las selfie', el 83 por ciento no tenía vida sexual activa, pese a que en su perfil se autodescribían como sexys.”

Por lo tanto, cuando en la vida de una persona la toma de selfies se convierte en un comportamiento obsesivo, podemos percatarnos de que posiblemente se trata de una personalidad con tendencias al exhibicionismo y rasgos narcisistas muy dominantes, también está presente la ansia de admiración y reconocimiento, así como la necesidad de llenar un vacío existencial mediante la aprobación social y la exigencia de atención excesiva, así que podríamos considerarle como una forma de masturbación de la autoimagen.

Parece que a los seres humanos nos cuesta mucho tolerar la confrontación emocional y la aceptación de nuestros defectos, y allí el éxito de la selfie; en la red se tiene una ventaja que no se posee en la vida fuera de facebook o instagram: El poder de recortar, maquillar y borrar aquello que no deseamos mostrar a los demás, lo que no cumple con nuestras expectativas y lo que nos negamos aceptar, porque en disfrazarse y aparentar el ego no conoce límites.

 

 

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Comentarios (2)

  • Celia

    Celia

    14 Diciembre 2014 a las 10:15 |
    Felicidades por su articulo.
    Me gustaría saber si puede escribir algo sobre la nostalgia que también abunda en las redes sociales en esta época.
    gracias
    • Yarozlavy

      Yarozlavy

      15 Diciembre 2014 a las 12:26 |
      Gracias; me parece muy acertada su recomendación, un tema muy oportuno en esta temporada. Saludos.

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